El driver es el componente más importante de un parlante. Es el encargado de convertir la señal eléctrica en sonido, y por eso define gran parte de la calidad con la que vas a escuchar música, voces o cualquier tipo de audio.
En términos simples, un driver es un pequeño altavoz dentro del parlante. Está formado por un imán, una bobina, un diafragma (generalmente un cono) y una estructura que los mantiene en movimiento. Cuando la corriente eléctrica llega, la bobina vibra y mueve el cono. Ese movimiento genera ondas que percibimos como sonido.
Existen distintos tipos de drivers, y cada uno se especializa en reproducir un rango de frecuencia:
- Woofers: para los sonidos graves (bajos).
- Midrange: para las frecuencias medias, como la voz.
- Tweeters: para los sonidos agudos.
Algunos parlantes tienen un solo driver que intenta cubrir todo el espectro, pero los de mejor calidad suelen tener varios: cada uno ajustado a su tarea. Esto permite un audio más claro, más definido y sin distorsión.
También influye el material del driver, el tamaño y la potencia que puede manejar. Como por ejemplo en Stromberg PRO que ofrecen mejor respuesta en agudos con menos peso, lo que mejora la eficiencia general del sistema.
Si querés saber qué tan bien va a sonar un parlante, mirá qué tipo de drivers tiene. Son la clave para que el sonido sea más que fuerte: que sea bueno.
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